EL CUIDADO

27.03.2020

Leonardo Boff, cuenta en su libro "El Cuidado Esencial", un cuento griego, mito que nos trae una sabiduría primordial.

Dice así:

"Cierto día, al atravesar un río, Cuidado encontró un trozo de barro. Y entonces tuvo una idea inspirada. Cogió un poco del barro y empezó a darle forma. Mientras contemplaba lo que había hecho, apareció Júpiter. Cuidado le pidió que le soplara su espíritu y Júpiter lo hizo de buen agrado. Sin embargo, cuando Cuidado quiso darle un nombre a la criatura que había modelado, Júpiter se lo prohibió y exigió que se le impusiera su nombre.

Mientras Júpiter y Cuidado discutían, surgió, de repente, la Tierra. Y también ella quiso dar su nombre a la criatura, ya que había sido hecha del barro, material del cuerpo de la Tierra. Empezó entonces una fuerte discusión. De común acuerdo, pidieron a Saturno que actuase como árbitro. Éste tomó la siguiente decisión, que pareció justa: "Tú Júpiter, le diste el espíritu; entonces cuando muera esa criatura se te devolverá ese espíritu. Tú, Tierra, le diste el cuerpo; por lo tanto, también se te devolverá el cuerpo cuando muera esa criatura. Pero como tú, Cuidado, fuiste el primero, el que modelaste la criatura, la tendrás bajo tus cuidados mientras viva. Y ya que entre vosotros hay una acalorada discusión en cuanto al nombre, decido yo: esta criatura se llamará Humano, es decir, hecha de humus, que significa tierra fértil"

Después de leerlo nos resuena el ser que somos, humanos, humus, tierra fértil.... Y es Cuidado quien estará presente toda nuestra vida terrenal.

También somos seres con espíritu divino, capaces de trascender, y somos seres hechos de materia de la Tierra, tenemos un cuerpo formado por los mismos átomos con los que está formada la Tierra y el Universo.

Saturno (de la mitología romana) corresponde al dios griego Cronos, dios del tiempo. Y es este Dios quien sanciona nuestro devenir en el tiempo, nos otorga finitud.

Finalmente está Cuidado, a quien se le encomienda cuidar a este ser de humus durante su vida y hasta la muerte. Y Cuidado viene de Cura, cogitare, que significapensar, poner atención, mostrar interés. Cuidar significa implicarse con las personas y las cosas, darles atención, colocarse junto a ellas, sentirlas dentro del corazón, entrar en comunión con ellas, valorizarlas y comprenderlas en su interioridad.

¿Dónde están hoy en día presentes, todos estos aspectos nuestros, del ser humano?, su espíritu, su materialidad, su cuerpo, sus sueños y el tiempo? ¿Y qué del Cuidado de sí mismo y de los otros?

Veamos uno a uno estos aspectos. Júpiter y el significado de darnos espíritu, su espíritu, es decir, la divinidad, lo luminoso, la trascendencia, lo que nos fue otorgado. Si bien actualmente en nuestra cultura occidental vemos una creciente sed de espiritualidad, también vemos que hemos perdido el camino o las conexiones para llegar a experimentar a vivenciar este aspecto tan humano que es la espiritualidad.

Y con respecto a nuestro aspecto terrenal, nuestro cuerpo, parece que recién comenzamos a ver una tendencia a cuidarnos el "humus", esta materia con la cual se forma nuestro cuerpo. Empezamos a tener conciencia de tener un cuerpo y al darnos cuenta de esto, aparece el Cuidado. De esta forma prestamos interés a nuestra nutrición, nuestra salud, la energía, lo que nos enferma, lo que nos sana, no siempre con el rigor que nos convendría.

Y con respecto al tiempo y la utopía que nos representa Saturno, muchas veces nos quedamos en la sensación de un tiempo vertiginoso y perdido. Nos quejamos de falta de tiempo, de un tiempo sin sentido, de lo rápido que pasa el tiempo, cuando la sensación del tiempo depende de cómo lo vivamos. Los sueños o la utopía que nos acompaña con Saturno también se nos pierden, cuando caemos en la resignación o cuando somos incapaces de imaginar un sueño para sí mismo o para otros.

Finalmente está Cuidado. Todo lo que cuidamos es lo que amamos. Y todo lo que amamos lo cuidamos. Por el hecho de ligarnos afectivamente con las personas y las cosas nos preocupamos de ellas y sentimos responsabilidad por ellas. Es lo que esperamos cuando declaramos cariño por alguien, o ese alguien nos declara afecto. Sin embargo, se nos desaparece fácilmente el personaje principal, el protagonista, o sea, nosotros mismos que no somos capaces de cuidarnos, ni el cuerpo, ni el espíritu.

Boff nos dice: "Uno de los valores éticos fundadores de un futuro común para la Tierra y para la humanidad será el cuidado esencial. Cuidar significa entretejer una relación amorosa con la realidad y con cada ser de la creación. Es investir corazón, afecto y subjetividad de esta sensibilidad. Las cosas son más que cosas que podemos usar. Son valores que podemos apreciar, son símbolos que podemos descifrar. Cuidar significa implicarse con las personas y las cosas, darles atención, colocarse junto a ellas, sentirlas dentro del corazón, entrar en comunión con ellas, valorizarlas y comprenderlas en su interioridad"

Entonces, ¿por qué no partimos con nosotros mismos?, con nuestro cuerpo en todas sus dimensiones de salud y bienestar, y con nuestro espíritu que clama por habitar, por saborear esa luz, la trascendencia, lo divino.

¿Cómo encontrar la serenidad en estos tiempos donde es fácil distraerse con lo no importante? Recordemos, recordemos y recordemos, quienes somos, de dónde venimos y contemos cuentos como el de Cuidado para recordarnos.